Francia - ys13.es
NPA
El gobierno del PS (Partido Socialista) ha sido elegido hace un año gracias al rechazo hacia Sarkozy de una parte significativa de los asalariados. Sin embargo, este gobierno socialista ha aplicado una política pro-capitalista en ocasiones peor que la política que nos había infligido Sarkozy.
Hace seis meses, la derecha así como la extrema derecha tomaron la iniciativa de movilizarse masivamente. Han conseguido darle así una expresión organizada al descontento de la parte más reaccionaria de la sociedad para dirigirse al mismo tiempo contra el gobierno y hacia una parte de nuestro campo, las personas LGTB. Acto seguido a las manifestaciones reaccionarias hemos asistido de nuevo este verano a un desencadenamiento de violencia homófoba, racista e islamófoba. Este clima ha conducido también al asesinato del joven militante antifascista Clément Méric.
Uno de los obstáculos para conseguir parar esta doble ofensiva capitalista y reaccionaria es la parálisis de las direcciones sindicales y de la izquierda en general que evitan todo enfrentamiento con el gobierno. El Frente de Izquierdas dice estar en contra de la política del gobierno pero se niega a construir una correlación de fuerzas hasta el final que permita enfrentarse al mismo. Además, una buena parte de los militantes han sufrido una pérdida de confianza como consecuencia de la derrota del movimiento contra la reforma de la jubilación en 2010. A pesar de todo, este movimiento ha permitido hacer la experiencia de la lucha colectiva a gran escala y permite a los equipos militantes de hacer un balance que ponga en cuestión la estrategia de las direcciones sindicales.
En este contexto de reflujo los militantes revolucionarios que han jugado un papel significativo en las luchas no han conseguido a adoptar una política que permita extender las movilizaciones.
Existen numerosas movilizaciones, pero se encuentran aisladas y no consiguen arrancar victorias.
La cuestión central para nosotros es darle la vuelta a esta dispersión. La movilización a partir de septiembre contra la nueva reforma de la jubilación y de las pensiones podría permitir de construir una movilización que pueda federar las luchas y ser así un primer enfrentamiento fuerte contra este gobierno.
Nuestra intervención en la juventud se orienta principalmente hacia los estudiantes de secundaria y de universidad. Intervenimos políticamente y sindicalmente para desarrollar nuestras ideas, organizar los espacios y eventos de construcción como los mitines o las reuniones públicas así como para construir las movilizaciones en la juventud. Intervenimos pues sobre el conjunto de cuestiones generales (incluido el feminismo, el antiracismo, contra las opresiones sexuales, la ecología, etc.) así como sobre las cuestiones proprias a la juventud. Un ejemplo es el de las universidades, donde la falta dramática de medios en la educación superior sera la cuestión central a la vuelta en septiembre.
En Francia los militantes de la Cuarta Internacional intervienen en dos organizaciones, como consecuencia de la escisión de una parte del NPA en junio de 2012. La mayoría de militantes decidieron de continuar construyendo el NPA. A día de hoy existe un debate sobre la orientación del partido. En el último congreso se constituyó una mayoría (integrada en la plataforma X) con una orientación que defiende la necesidad de unificar las luchas y las fuerzas de izquierdas en una oposición de izquierdas al gobierno que tenga como perspectiva de formar un gobierno de ruptura con la austeridad. Para la minoría (plataforma Y) en necesario cambiar de orientación puesto que hay que ser claros en el hecho de que no es posible de construir una alternativa política con los reformistas. La prioridad del NPA debe ser la construcción en la juventud y los trabajadores, así como la intervención coordinada y activa en las movilizaciones para poder jugar en ellas un papel de dirección.
Esperamos que los tests prácticos que vayamos haciendo nos permitan de ganar en homogeneidad.
Gauche Anticapitalista
En mayo de 2012, después de cinco años de un gobierno de derecha dura y de política ultra-liberal con Nicolas Sarkozy como presidente, la mayoría de la población ha decidido deshacerse del mismo eligiendo a François Hollande, el candidato socialista (PS – Partido Socialista, centro-izquierda)... sin la esperanza sin embargo de que este resultado lleve realmente a política de izquierdas. Para los anticapitalistas era evidente que Hollande seguiría a grandes rasgos las mismas políticas de austeridad que la derecha. Combinado con un reforzamiento de la extrema derecha a través del Frente Nacional, estaba claro para nosotros que una oposición amplia a todas las políticas de austeridad reuniendo "la verdadera izquierda" era necesaria tanto en la calle como en las elecciones. Así, frente al 18% del Frente Nacional, los 4 millones de votantes del Frente de Izquierdas (11%) constituyeron un primer obstáculo. Todas las personas que votaron a la izquierda del PS debían ser movilizadas alrededor de un Frente de Izquierdas amplio, que luchara por una alternativa radical a la austeridad.
Un año más tarde, nuestros temores se han visto confirmados. No sólo el PS abandonó muy rápidamente sus pocas promesas de revisar las leyes votadas anteriormente por la derecha (como la reforma de las pensiones o los recortes en presupuestos), sino que adoptó completamente la agenda de austeridad del gobierno anterior. A su vez, el TSCG (Tratado sobre la estabilidad, la coordinación y la gobernanza) ha sido el agente organizador de la austeridad a escala europea: ataques al derecho del trabajo, recortes en presupuestos en todos los servicios públicos, política discriminatoria hacia los Roms, los musulmanes y los sin papeles. El paro, la precariedad y la pobreza no paran de aumentar. La cuestión de la ecología ha sido completamente dejada de lado y proyectos como el aeropuerto de "Notre-Dame-des-Landes" han sido mantenidos. Incluso las antiguas recetas neocoloniales son aplicadas como lo refleja la intervención imperialista en Mali. La única medida progresista del gobierno "socialista" ha sido la apertura en el derecho al matrimonio para las parejas homosexuales.
Frente a esta ley, hace seis meses, la derecha así como la extrema derecha tomaron la iniciativa de movilizarse masivamente. Han conseguido darle así una expresión organizada al descontento de la parte más reaccionaria de la sociedad para dirigirse al mismo tiempo contra el gobierno y hacia una parte de nuesto campo, las personas LGTB. Acto seguido a las manifestaciones reaccionarias hemos asistido de nuevo este verano a un desencadenamiento de violencia homófoba, racista e islamófoba. Este clima ha conducido también al asesinato del joven militante antifascista Clément Méric.
Desde la elección de Hollande no ha habido ninguna lucha a gran escala. Aunque la desilusión respecto al incumplimiento de sus promesas haya llegado muy rápido, tampoco ha propiciado una recuperación de la combatividad. Los sindicatos se encuentran divididos y aquellos más combativos dudan de llamar a una movilización masiva contra la política del gobierno. En este contexto el Frente de Izquierdas ha sido la única fuerza visible que se opusiera a las políticas de austeridad del gobierno y ha estado a la iniciativa de las dos manifestaciones políticas más grandes contra el gobierno desde la izquierda y que han reunido un amplio abanico de organizaciones (incluido el NPA), asociaciones y sindicatos.
A la vuelta en septiembre los militantes del Frente de Izquierdas contribuirán a la construcción de la movilización contra la reforma de las pensiones prevista por el gobierno de François Hollande. Aun queda mucho por hacer para transformar el Frente de Izquierda y que encarnase así una alternativa real y capaz de mantener un rumbo radical. Es lo que la Gauche Anticapitaliste (Izquierda Anticapitalista – GA) ha intentado de desarrollar desde su llegada en este frente. Una nueva etapa va a abrirse a partir de noviembre de 2013 con la fundación de una nueva organización que reunirá cinco componentes del Frente de Izquierdas (GA, Convergence et Alternative, la federación por alternativa social y ecológica, les Alternatifs, una parte de Gauche Unitaire así como independientes del Frente de Izquierdas y de actores del movimiento social). Tendrá como objetivo de transformar el Frente en un frente amplio y democrático con un objetivo de transformación social y ecológica, con nuevas relaciones con el movimiento social y la auto-organización. Trabajará igualmente en la elaboración de este nuevo proyecto de emancipación, que para nosotros es el ecosocialismo.