¡AHORA, LA GENTE!

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¡AHORA, LA GENTE!

DECLARACIÓN DE BRUSELAS - 27 de junio de 2018

Juntas, las fuerzas progresistas queremos un nuevo proyecto para los pueblos europeos. Nos oponemos a los tratados fundadores de la Unión Europea, que colocan los derechos e intereses de las empresas por encima de los derechos e intereses de las personas y del planeta.

Europa nunca había sido tan rica y al mismo tiempo tan desigual. Diez años después del inicio de la crisis financiera, llegamos a la conclusión que los líderes europeos nos han condenado a una década perdida. La aplicación dogmática e irracional de las políticas de austeridad no resolvió ninguno de los problemas estructurales que llevaron a esta crisis. Por el contrario, la Unión Europea salvó a los bancos y a sus dueños, mientras que los costes y la responsabilidad recayeron en la gente. Una gente que sufrió y sigue sufriendo políticas de austeridad durísimas que han mermado su bienestar y sus derechos sociales. Es necesario abandonar estas políticas. Necesitamos nuevas reglas europeas, libres del dogma de la liberalización del mercado. Necesitamos reglas que pongan a las personas y al planeta por encima de todo.

Es hora de romper con los tratados europeos antidemocráticos. Es hora de construir un nuevo orden que rechace completamente la lógica de la austeridad impuesta y la promoción del dumping social y fiscal. Es hora de que aquellos que creen en la democracia y la justicia social den un paso adelante y rompan con esta espiral que lleva al abismo. Juntas y juntos trabajaremos para lograr un cambio real para las personas, que se oponga a un viejo orden injusto.

La necesidad de crear un movimiento progresista y una cooperación internacional basada en la democracia y la solidaridad se muestran más necesarios que nunca. No podemos dejar que la gente se vea obligada a elegir entre el status quo neoliberal y la extrema derecha. Por ello queremos proponer una alternativa real:

Lucharemos contra el dumping social y a favor de unos derechos sociales seguros. Los derechos de las y los trabajadores a la protección social a través de leyes y convenios colectivos deben tener prioridad sobre la libre circulación de las empresas. Nos oponemos a que los trabajadores deban competir entre sí, queremos un espacio para la convergencia social hacia las mejores condiciones. Por lo tanto, debemos romper con los tratados europeos y desechar el marco del Semestre Europeo. La cooperación europea debe basarse en un protocolo social que ponga las condiciones laborales y los derechos sociales y colectivos muy por encima de la libre circulación de servicios y capital.

Exigiremos una justicia tributaria y un sistema financiero justo, porque la libre circulación de capitales no debe priorizarse por encima del bienestar de las personas. Juntas y juntos, nos opondremos a la evasión fiscal y a los paraísos fiscales, tanto dentro como fuera de la Unión Europea. Trabajaremos conjuntamente para garantizar que los sistemas crediticios satisfagan el interés general en lugar de intereses particulares. Con este fin, trabajaremos para avanzar en el control público y la propiedad pública del sector bancario.

Lucharemos contra el cambio climático y por la sostenibilidad ecológica. La disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero debe ser una prioridad principal. Por lo tanto, debemos romper con el enfoque sobre el cambio climático de la UE basado en el libre mercado. Por el contrario, necesitamos un enfoque claro cuyo centro sea el mismo clima, así como inversiones públicas en energías limpias y seguras y en tecnologías verdes.

Defenderemos la igualdad y los derechos de las mujeres. Los ataques de la Unión Europea contra las estructuras y servicios de bienestar en muchos países son una amenaza para la igualdad y los derechos de las mujeres. Esto debe cambiar. Para alcanzar la igualdad debemos hacer de la igualdad una parte central de todas las políticas europeas. Defendemos el derecho a abortos seguros y legales y luchamos contra todas las formas de violencia de género.

Exigimos políticas de comercio internacional democráticas y sostenibles y rechazamos los tratados de libre comercio. No se puede permitir que los intereses de las grandes corporaciones anulen las decisiones democráticas que sirven para proteger y fortalecer la seguridad social, económica y ecológica. Por lo tanto se deben eliminar de todos los acuerdos comerciales de la Unión Europea las cláusulas de inversión que otorgan a las corporaciones el derecho de demandar a los Estados por decisiones que éstos tomen democráticamente.

Defendemos el derecho de asilo y nos oponemos a la Europa Fortaleza. Millones de personas están huyendo y migrando a causa de la guerra, el conflicto y la pobreza, a menudo causadas por políticas intervencionistas y militaristas en terceros países. Europa debe ser un continente donde se garanticen los derechos y la seguridad de las personas que buscan refugio. Nos pronunciaremos en contra de las políticas xenófobas y racistas dondequiera que amenacen la democracia y la dignidad humana. Trabajamos por la paz y el desarme. Nos oponemos a la militarización de la Unión Europea. No debería destinarse ningún fondo presupuestario para armamento. Queremos que se prohíba de forma efectiva la exportación de armas a dictaduras, países en guerra y países que violan los Derechos humanos. Trabajaremos para frenar la política exterior neocolonial y la depredación de los recursos de otros países por parte de la UE.

Bajo el espíritu de la Declaración firmada en Lisboa el 12 de abril de 2018, colaboraremos y haremos una campaña en toda la Unión Europea sobre estas cuestiones. Estamos a favor de un cambio fundamental. Estamos cansados ​​de esperar. Queremos una cooperación entre los pueblos que sea justa y equitativa, basada en la democracia y la solidaridad, que respete plenamente sus soberanías y sus intereses.


¡Es la hora de construir una Europa de los pueblos! ¡Ahora, la gente!